Ahora estoy explorando mami, faltaría que Martín me dijera en cualquier momento. Se la pasa de arriba a abajo con su taburete amarillo, poniéndolo en todos aquellos lugares para él antes inaccesibles, incluyendo la lavadora. Como todo padre debe haber notado, todo objeto con botones que logran una acción, son objetos deseados enormemente por los niños, y eso incluye obviamente la lavadora. En un principio le decía simplemente NO MARTÍN, pero al ver que eso era totalmente inservible, y que entonces ponía zanahorias y papas también en la lavadora junto con la ropa y la prendía, emprendí una actitud diferente: ahora cada vez que voy a poner la lavadora a funcionar digo MARTÍN, VEN QUE NECESITO QUE PONGAS LA LAVADORA, él viene corriendo donde sea que esté con su butaco amarillo, se sube y sigue muy juicioso las indicaciones que le doy: Primero la prendes, luego cuadra el ciclo, eso, otra vez, ya está, ahora el nivel del agua, muy bien, ahora inicio..y... listo!! se pone muy contento por hacer algo de los grandes, sigue mis instrucciones sin afán y me encargo de decirle que él no tiene necesidad de prender la lavadora sin mi permiso, pues siempre que la voy a prender se lo pido a él, eso sí, tengo que estar pendiente de no romper la promesa, pues si él llega a oir que la prendo sin decirle, se rompe el encanto.
Me ha servido la experiencia para entender que cuando quieres que tu hijo respete una acción, lo mejor es incorporarlo a ella, como cuando voy al mercado. En vez de estar gritandóndolo para que esté juicioso, es decir quieto al lado tuyo sin coger los productos que se exhiben, lo pongo a que me ayude a escoger las papas, los tomates, etc. y ahi sí se queda juicioso y contento!!
Que bien Caro y que lindo se ve Martín aprendiendo tanto de ti!!!
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